lunes, 01 de agosto de 2022
Llevamos 23 días con temperaturas de entre 38 y 43 grados, temperaturas muy altas incluso para meses como junio y julio en Galicia y en el Bierzo. Calor, sequía y fuertes vientos - y sin final a la vista. Las playas fluviales, normalmente llenas de gente disfrutando del verano, quedan vacías por culpa de unas temperaturas inaguantables. Y en el momento en el que el calor baja un poco, llegan los incendios forestales.
El aire está caliente y fuerte como un secador de pelo que sopla directamente a la cara, y que, imprevisible cambia de dirección. Las últimas noches en muchas aldeas gallegas y bercianas recuerdan a una película de catástrofes, bomberos y propietarios luchando contra el fuego, intentando con todas sus fuerzas defendiendo los hogares. Las llamas son gigantescas y asustan incluso a bomberos con años de experiencia. Muchas viviendas quedaron arrasadas por el fuego después de fuegos avivados por esta tremenda ola de calor.
Recordamos la borrasca Filomena: Madrid, Guadalajara, Toledo con rachas de viento hasta 130km/h acompañadas de enormes cantidades de nieve de hasta 60 centímetros de altura. Personas atrapadas en sus coches durante horas. Edificios y viviendas sufren una multitud de daños materiales: hundimientos de estructuras, canalones caídos de la sobrecarga, derrumbes de cubiertas y tejados; sólo en la capital se han sumado 1398 millones de euros en destrucciones.
El planeta está sobrecalentado por las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero. Los fenómenos meteorológicos extremos aparecen con más frecuencia y con más intensidad. Leyes y cambios políticos para frenar el calentamiento global avanzan lentamente, mientras el ser humano se tiene que enfrentar a la fuerza de la naturaleza: olas de calor, las lluvias torrenciales, los incendios, las sequías, y tiene que protegerse lo mejor posible.
Es el momento de revisar códigos y normas de la construcción. La construcción en un espacio concreto tiene la labor de reflejar las nuevas necesidades de su entorno. Los eventos que hemos vivido estos días en España nos sirven para elevar la conciencia sobre la urgencia de la situación, también sobre medidas importantes que fomentan la resistencia de los tejados para garantizar la seguridad del ser humano. Un constructor ha de saber conjugar a la perfección prevenir riesgos y peligros del momento actual que nos está tocando vivir. La elección del material y la correcta fijación e instalación son claves en dicho proceso.
Materiales de construcción y su comportamiento en un incendio
¿Cómo podemos mejorar una estructura, una cubierta o un tejado? Esta pregunta será cada vez más frecuente a medida que el cambio climático intensifique. La clave está en elegir materiales de construcción de mayor resistencia, un estudio más detallado del entorno de la construcción, cálculos de la fuerza y presión del viento y la aplicación de medidas de precaución.
Pizarra: Un material resistente al fuego
La pizarra es un material incombustible. Esto significa que las tejas de pizarra nunca llegan a arder en sí. La pizarra es un producto natural que tampoco emita gases ni vapores tóxicos. Aún así, durante el incendio el calor causa microfracturas que dejan las tejas más frágiles. Según la duración del fuego, la pizarra pierde más o menos de su resistencia mecánica. Dado a la rápida oxidación del hierro presente en la pizarra, el color de la losa cambia.
Membranas anti inflamables
Las láminas y membranas que forman el termo aislamiento de la cubierta están disponibles con certificado de la clase B (EN 13501-1) de reacción al fuego. Tienen una mayor resistencia a incendios lo que las convierte en un material muy seguro para evitar la propagación de las llamas debido a chispas que podrían desarrollarse en la cubierta.
Turbonadas: Reforzar la estructura de un tejado contra el viento intenso
Aseguremos que las vigas estén adecuadamente unidas entre sí y mejoremos la resistencia de la estructura con pletinas de unión de acero inoxidable. Las placas o conectores metálicos refuerzan la estructura impidiendo que fuertes vientos puedan arrancar el tejado. Adhesivos en forma de espuma ayudan notablemente para reforzar la cubierta y funcionan como aislantes térmicos.
Nieve: Fijación correcta de canalones e instalación de cortanieves
Canalones
El canalón que más se coloca en España es el canal continuo de aluminio. Bajo circunstancias normales las fijaciones que sujetan el canalón se colocan con una distancia de medio metro entre cada gancho.
En el caso de climatologías extremas como por ejemplo, la tormenta Filomena que recordamos hace unos años muchas de dichas estructuras no fueron capaces de aguantar el peso de la nieve. Por lo que tenemos que tener en cuenta que si vivimos en una zona propensa a las tormentas de nieve, deberíamos adaptar nuestro sistema de desagüe minimizando la distancia del gancho a unos 0,30 metros entre gancho y gancho.
Instalación de cortanieves en un tejado
En una obra nueva o en una rehabilitación integral del tejado podemos instalar cortanieves o ganchos de retención de nieve. Un cortanieves impide la caída de grandes placas de nieve que pueden tirar hacia abajo el canalón o que esa masa de nieve caiga desde una gran altura provocando daños en niveles inferiores. Los Ganchos de retención de nieve paran grandes placas en el tejado hasta que el hielo pueda derretir poco a poco sin dejar caer dichos trozos ya en forma de hielo.
Cubiertas verdes: soluciones contra inundaciones
En invierno lluvias abundantes amanezcan sobre todo al norte del país. En zonas rurales la vegetación absorba el agua y regula el drenaje; mientras si llueve en la cuidad, el agua de todas las superficies se junta para salir del mismo sistema de desagüe colectivo. Si llueve mucho en muy poco tiempo los tubos que recogen el agua colapsan lo que causa inundaciones. Una solución para aliviar la red de acantilado son las cubiertas verdes.
La incorporación de cubiertas verdes en espacios urbanos propensos a inundaciones es una propuesta funcional que permite reducir la velocidad del agua y evita el colapso de los colectores. La cubierta verde retiene y almacena la lluvia y permite la evacuación del agua progresivamente. Cubiertas verdes o vegetales se crean sobre membranas de caucho EPDM. Dichas láminas para impermeabilizar cubiertas planas son flexibles y de gran durabilidad.
Para finalizar, recordamos que existen una gran cantidad de materiales que pueden mejorar notablemente la calidad y resistencia de un tejado, aunque todavía no es habitual su uso. Creemos que es importante retomar la comunicación entre el productor y el constructor, que ha disminuido a causa de la pandemia, así como la cancelación de la mayoría de ferias de construcción, para dar muestra de toda la innovación creciente de los últimos años.
Defendemos nuestros hogares de fenómenos de tiempo devastadores. No hay duda que se puede prevenir riesgos y peligros en zonas propensas a incendios, inundaciones o tormentas haciendo uso de materiales adecuados.
Si después de leer el artículo estás pensando en rehabilitar la cubierta de tu casa rural.
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Redactado por: CUFA
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