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Tejados de pizarra en la provincia de Pontevedra

Con unas propiedades técnicas inmejorables, la pizarra gana cada vez más consumidores en la zona norte peninsular, especialmente en Galicia, donde está recortando terreno a la teja árabe, que ha sido históricamente el principal material para cubiertas en edificios en España.

En cubiertas de viviendas unifamiliares, chalés, edificios residenciales o como revestimiento de fachada, en la provincia de Pontevedra, el uso de la pizarra como material para impermeabilizar tejados y fachadas es bastante frecuente

La Pizarra en la zona de costa: Un material de gran resistencia

Si vives en la costa, en Vigo, Baiona, Sanxenxo, O Grove entre muchas otras localizaciones con ambiente marino, y estás pensando en sustituir tu cubierta por un tejado de pizarra, debes tener en cuenta la pizarra y sus características en el ambiente donde tienes la vivienda. Lo principal, es que la pizarra no se ven afectadas por la acción de los salitres del mar. La superficie de una teja de pizarra es poco porosa, con lo que los fluidos salinos no entran en la losa.

La absorción de agua de una teja de pizarra es muy baja, lo que está íntimamente relacionado con la durabilidad del tejado. Si un material de construcción absorbe una cantidad de agua elevada debido a su porosidad, y después, se seca muchos días consecutivos, las sales que contiene la lluvia van penetrando y cristalizando en los poros del material. Cuando la sal cristaliza, el material se hincha y la presión puede provocar la desintegración del componente. En valores de absorción de agua, calculando el volumen de huecos en contacto con la atmósfera, la pizarra presenta un valor de 0,40%, mientras la teja cerámica presenta un 12% y la teja de hormigón un 6%.

En tamaños estándar como pueden ser 40x25, 40x22 o 32x22, actualmente se colocan losas gruesas: de unos 0,8mm.

En cuanto a acabados se prefieren los tradicionales, como la cumbrera gallega o la cumbrera engatillada. Los técnicos de colocación llevan remates de media pieza para una imagen armoniosa que oculta perfiles de aluminio.

Una vivienda tradicional en la provincia de Pontevedra se caracteriza por el uso de piedra como material de construcción principal. Especialmente se han empleado granito, formando una tradición arquitectónica que a lo largo de la historia ha ido evolucionando y se ha ido enriqueciendo con los avances técnicos: la mejora de los aislamientos térmicos, la aplicación de sistemas con cámaras de aire y respiradores, las láminas respirables de gran durabilidad, los tratamientos específicos del enrastrelado, etc.

La pizarra gallega y su durabilidad

La durabilidad es la propiedad más importante que caracteriza la pizarra de Galicia. Mientras otros materiales sufren, la pizarra permanece inalterable y constante en sus propiedades técnicas. Existen cubiertas de edificios históricos en todo el territorio que han aguantado sus funciones técnicas durante incluso centenas de años. La pizarra en el tejado permanece inalterable frente a la humedad, el polvo, el salitre, el frío y las heladas, el calor, la nieve o el viento. Una pizarra colocada por un colocador profesional y con una exposición normal a la contaminación atmosférica puede durar 75 o más años sin perder sus funciones técnicas de impermeabilizante.

El uso de la pizarra en la arquitectura de Pontevedra

La provincia de Pontevedra es conocida por la abundancia de pazos y edificaciones históricos con su gran riqueza arquitectónica, cultural y botánica. Se trata de construcciones de siglos pasados que reflejan la pomposa vida de la nobleza gallega del pasado.

El Tejado del pazo de Lourizán, Pontevedra

La pizarra es un material noble que se encuentra en varias de las viviendas históricas y tradicionales. Un ejemplo es el Pazo de Lourizán situado en la parroquia de Santo André, datado en el siglo XIX, cuyas torres están cubiertos de pizarra antigua de formato pico pala. Aunque gran parte de la construcción del pazo está en un estado deteriorado, la pizarra en las cubiertas de las torres resiste al derrumbamiento.

En la actualidad, el Pazo se ha convertido en la Sede de Estudios de Investigaciones Agrónomas y Forestales, lo que ha dado lugar a que la finca se haya convertido en un importante muestrario de especies forestales.

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