martes, 01 de diciembre de 2020
El domingo pasado en la salida semanal de bicicleta, mi amigo José, me comentó que estaba pensando en cambiar de una vez la cubierta antigua de su casa. Me confesó que se lo había estado pensando ya desde hace meses, pero debido al coste de la reforma aún no había hablado con uno de nuestros técnicos y que aún tendría que ahorrar un poco más.
Después de esta conversación entendí que desde el punto de vista de un técnico que ha estado trabajando en rehabilitaciones y obras desde hace décadas, hacer una reforma en el tejado es un proceso constructivo habitual, optimizado y orientado a una solución técnica concreta, pero que para el cliente las fases y el procedimiento de la obra plantean una variedad de cuestiones. Muchos clientes piensan incluso años antes de tomar la decisión de realizar la reforma del tejado de su vivienda. Me di cuenta, que en la mayoría de casos, esta indecisión es causada por dudas e ideas equivocadas o anticuadas sobre los procesos de ejecución. Por eso decidí que es importante acabar con unos prejuicios que ya no están al día:
El proceso de ejecución de la obra es eternamente largo, desagradable y molesto.
El proceso de ejecución de una rehabilitación ha cambiado mucho en los últimos 10 años gracias a la optimización y el empleo de tecnología. Esta optimización facilita por un lado el trabajo físico del colocador y por el otro lado permite acortar el tiempo de ejecución de obra.
El suministro del material a la cubierta se realiza hoy en día con grúas hidráulicas. Donde antes se había que subir pila por pila de teja de pizarra a mano, hoy las jaulas son levantadas por el camión grúa y subidas directamente al tejado. El colocador puede servirse cómodamente del palé y repartir las losas en la cubierta.
Estructuras y demás elementos de madera también pasan por un proceso modernizado. Programas de software CAD posibilitan un corte mecánico exacto. Las vigas, cabios y pilares salen numerados de la maquina de corte y pueden ser instalados número por número en la obra. Las tablas de madera son pintadas con pistolas eléctricas ya antes de llegar a la construcción.
Un proceso que hace años ha tardado meses, hoy en día puede ser llevado a cabo en una o dos semanas. En invierno, los plazos hasta inicio de obra son notablemente más cortos debido a la rápida disponibilidad de servicios como el del montaje de los andamios. Siempre se debe calcular con unos días de trámite para permisos de obra y ocupación de la vía pública.
En el invierno no se pueden cambiar tejados.
Concretar que realizar un levante en invierno es imposible o irresponsable es falso.
En realidad la contratación de una rehabilitación en los meses de invierno tiene sus claras ventajas. Por un lado la demanda es menor. Los técnicos trabajan menos apurados y pueden atender incluso dudas que requieren más tiempo. Empresas colaboradoras como por ejemplo los instaladores del andamiaje, empresas de recogida para los contenedores de escombro, albañiles u otros sub-servicios de la obra, disponen de una agenda más flexible en estas épocas del año y pueden responder rápidamente a las necesitadas del cliente.
Ahora, lo que realmente importa a un cliente como mi amigo José es el precio. A partir del mes de enero, la demanda cae, así como los precios del material clave: la pizarra. Gracias a estos dos factores claves las empresas pueden ofrecer la obra con un coste bastante menor, y esto es bueno para el bolsillo de José.
Naturalmente no se debe olvidar que es invierno. Eso significa que sí, existe el riesgo de que haga mal tiempo. En los meses de invierno, los pocos días en las que el tejado está realmente destapado, se colocan grandes lonas de plástico para proteger la vivienda debajo. La tela verde impermeable y transpirable que se coloca hoy en día en todas las obras, evita la entrada de agua o polvo. Protege la cubierta de lluvia, vientos, condensaciones y humedades en la fase de construcción y después. Una vez colocada esta tela, que es uno de los primeros pasos después del desmontaje de materiales viejos, la vivienda ya no corre el riesgo de mojarse.
Hacer una cubierta de tejas de pizarra supone una inversión alta.
Simplemente decir que un tejado de pizarra es muy caro, sería como decir que un coche es costoso. Pero hay coches asequibles, coches de gama media y Superdeportivos. En varias ocasiones, he escuchado a clientes que vivieron a las oficinas de la empresa con la misma pregunta que les ha estado preocupando: ¿Cuánto cuesta el metro cuadrado de un tejado de pizarra? De hecho, el precio de un tejado depende de muchos factores:
La pizarra
El formato, el espesor, el estilo y la calidad de la pizarra que se va a colocar en el tejado influye determinantemente en el precio. La colocación de una pizarra rectangular, de formato estándar, como una pieza de 32x22cm, es un proceso relativamente sencillo, mientras la colocación de formatos rústicos o formatos más gruesos requiere conocimientos técnicos avanzados. Colocando pizarra granel el colocador crea un dibujo único e irrepetible, en la cubierta retoca pieza por pieza y da la forma a la obra completa poniendo cada teja de pizarra en su sitio. La mano de obra de una colocación de piedra rústica clavada con puntas es más elevada que la colocación de pizarra estándar con gancho de 80.
Formatos grandes como 40x25, 50x25 o 40x20 suelen ser más caros que formatos más pequeños como 32x22 o 30x20. De un bloque de piedra se aprovechan más partes para formatos más pequeños que grandes. Es más difícil que salgan piezas grandes que pueden ser convertidas en losas de un tamaño superior, mientras muchas veces se pueden aprovechar partes para producir pizarras estándar o de formato pequeño.
El tejado
Otro punto que influye en el precio de la mano de obra es el grado de complejidad de la cubierta. Normalmente resulta más asequible la mano de obra para la rehabilitación de una cubierta uniforme, a uno o dos aguas. Con el aumento de la complejidad del tejado, sube el coste de la obra. Puntos singulares que influyen en el precio pueden ser buhardillas, ángulos, soportes, bancadas, limahoyas, monteras, lucernarios o mucha pendiente.
Aislantes
Un buen aislamiento térmico permite un enorme ahorro energético al largo plazo, evita condensaciones y humedades y sube el valor de la vivienda. Por estos motivos, si te lo puedes permitir, no debes ahorrar en el aislante. Sin embargo, existen sistemas más simples de aislar con placas de poliestireno de 3 o 4 centímetros que son mucho más asequibles. Además, entre los aislantes de multicapa puedes elegir entre rollos de 7 hasta 19 capas de protección térmica.
El canalón
En algunas zonas, las restricciones urbanísticas, exigen la colocación de un canalón que no sea de aluminio. Muchos clientes calculan por eso con la costosa opción de una instalación de un sistema de desagüe en cobre. Afortunadamente, hay una alternativa más asequible: el zinc. En zonas de patrimonio, donde se ordena el uso de un material metálico, se aceptan las dos variantes el cobre o el zinc. El zinc suele ser un 50% más económico que el cobre, respeta completamente el medioambiente ya que es 100% reciclable, es flexible y resistente a la corrosión.
Si después de leer el artículo estás pensando en rehabilitar la cubierta de tu vivienda, ponte en contacto con nuestras oficinas o técnicos.
Espero haberte quitado algunas dudas o preocupaciones, y que ahora tengas una idea más clara sobre los costes y algunos aspectos para ahorrar dinero en tu reforma.
Entrada catalogada en la categoría: Trabajo en pizarra
Redactado por: CUFA
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