10 tendencias en la construcción de cubiertas en el 2021

Casas más resistentes a fenómenos climáticos

Hemos empezado el año 2021 con diversos fenómenos de tiempo extremo que han provocado un clima muy diferente a lo que solemos conocer. Filomena, Justine, y una rara ola de calor en el mes de enero 2021. Todas estas borrascas y tormentas indican que el cambio climático conduce a un aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Y muchas veces las viviendas que habitamos actualmente no son construidas para resistir a tempestades en zonas donde antes no había estas inclemencias. Con un nuevo enfoque debemos realizar pequeños cambios para construir casas más seguras, con un diseño que resiste a fenómenos extremos de humedad, nieve o viento.

Aumento de aislamientos térmicos

A mediados del mes de enero, en el pico del consumo eléctrico causado por la ola de frío, ha subido el precio de la electricidad en los sistemas regulados.
Muchas casas y edificios en España carecen de un sistema de aislamiento térmico o cuentan con sistemas ineficientes, anticuados o insuficientes.
El aislamiento térmico en una vivienda es necesario para reducir las pérdidas energéticas y por lo tanto el ahorro en sistemas de calefacción. Además si falta el aislamiento, surgen problemas de condensación y humedades. El calor y el frío se transmiten fácilmente por puentes térmicos. El tejado suele ser un punto débil de vivienda, dónde se escapa frecuentemente la energía si no existe un buen aislamiento térmico. A día de hoy sube la demanda de una reforma de la cubierta que incluye un buen aislamiento térmico.

Construcciones independientes de la localización geográfica

En el pasado, en una región determinada se construyó un tipo de vivienda, conforme con las condiciones climáticas de la zona. Factores como la localización geográfica de una vivienda fueron distintivos para el diseño. Hoy en día las tendencias son más independientes. Una casa prefabricada o un diseño como un dúplex deben adaptarse a cualquier zona climática gracias a las novedades de aislantes y materiales. El cliente elige un material y un diseño conducido prioritariamente por sus gustos. Con la modernización, la globalización y el aumento de diseños al alcance, la arquitectura debe satisfacer exigencias independientes de la localización geográfica.

Rehabilitaciones y restauraciones de viviendas en el rural

Quedan pocos días hasta el 15 de marzo, fecha en la que se inició el confinamiento en el año 2020. A día de la redacción de este artículo, seguimos viviendo una situación excepcional. Los cambios en la percepción de espacios habitables por parte de clientes, han llevado a muchos arquitectos y constructores a reflexionar sobre nuevos deseos y necesidades.
El espacio urbano se ha convertido en un denso conjunto con demasiada gente y recursos limitados. La nueva flexibilidad por parte de las grandes empresas, que están integrando el teletrabajo como forma de trabajar, permite a sus empleados elegir la localidad desde la que se cumplen las tareas. Uno u otro empieza contrastar ventajas y desventajas de volver al rural, a espacios más amplios, una vida más sana, ventanas abiertas y un jardín. Los que juegan con la idea de restaurar una casa en el pueblo, solicitan un presupuesto para la rehabilitación.

Espacios al aire libre

En algún momento, quizás a finales del verano, empezará el proceso de normalización, cuando nos recuperamos de los efectos sociales, psicológicos y económicos de la pandemia. Algunos aspectos, a los que nos hemos acostumbrado y que nos han convencido, seguirán formando parte de nuestra vida. Uno de dichos aspectos es la creación y el uso de espacios al aire libre en el hogar, el trabajo, en centros escolares, etc.
El uso de espacios exteriores no debe ser una medida puntual de respuesta al virus, sino una alternativa permanente. Las grandes ventajas de espacios abiertos al exterior son la iluminación natural, la ventilación y la conectividad con la naturaleza que mejoran la salud y el bienestar de los habitantes.
Construcciones para aprovechar espacios en el exterior pueden ser porches, terrazas, espacios semicerrados, instalaciones para reunirse y zonas de asientos.

Conciencia ambiental

Un tema de gran importancia en la vida post-covid va a ser la conciencia ambiental. Nunca nos han afectado las consecuencias del cambio climático de una manera tan directa y personal. Todos llevamos un año usando mascarillas desde habitantes de grandes urbes hasta una señora de un pueblo de 15 habitantes en alguna montaña gallega. Y todos nos preguntamos ¿Qué ha pasado?.
Como constructores sabemos que los edificios y viviendas emiten demasiado CO2. Consumimos demasiada energía, especialmente combustibles fósiles, para hacer funcionar una construcción. Una construcción en el futuro debe tener un consumo casi nulo, ser sostenible, usar materiales con menor impacto medioambiental.

Pizarra natural

La pizarra está de moda y convence a arquitectos, tanto locales como internacionales, con sus propiedades y características. Es un material idóneo para la construcción. Es duradera y no se descompone frente al ataque de los agentes atmosféricos o biológicos. Es impermeable al agua, no porosa, y tampoco forma barreras de vapor. Presenta un bajo coeficiente de transmisión térmica (0.43Kcal/ºCmh) lo cual es muy interesante para su uso en climas cálidos, donde todavía no está muy extendido su uso. La pizarra es una piedra ideal para el revestimiento exterior de edificios y viviendas. Muchas casas modulares o pasivas recuren a un recubrimiento de pizarra.
El material es impermeable sin ser barrera de vapor, muy compacto con su elevada densidad y resistente a heladas.

Espacios luminosos

La luz natural y la ventilación son factores importantes en la eficiencia energética. En las tendencias arquitectónicas actuales se ven casas con ventanales grandes, sistemas de ventilación naturales que fomentan el efecto chimenea y muchas opciones de aclimatación de los espacios sin el uso de energías artificiales. Las superficies acristaladas aportan suficiente luz natural para ahorrar energía, ya que minimizan el uso de luz artificial. Según VELUX, la compañía líder en el mercado de las ventanas para tejados, una superficie acristalada adecuada puede reducir el consumo de luz artificial en hasta un 90%.
Almudena López de Rego, arquitecta de la oficina técnica recomienda que las ventanas ocupen un área equivalente al 10-20% de la superficie de la habitación para filtrar la mayor cantidad posible de luz. Junto con la luz natural en la nueva construcción, destaca la ventilación natural que forma otro factor fundamental para reducir el consumo energético. Renunciamos a aparatos de aire acondicionado para reducir el consumo energético. Los cálculos en una casa pasiva están hechos a la perfección para evitar el uso de energía y garantizar el bienestar de los habitantes.

Viviendas inteligentes

Somos una sociedad más digital. Las personas que antes de la pandemia no sabían utilizar un Smartphone, han aprendido como muy tarde ahora hacer una compra online, abrir un chatroom para hablar con la familia o buscar las noticias en el móvil para ver novedades sobre restricciones etc. Mi padre, jugador apasionado de la lotería empezó jugar online desde el inicio de la pandemia, ya que ya no podía ir a su local habitual para ver a los amigos y dejar el billete de la primitiva.
La digitalización de los espacios sean privados o públicos avanza sin pausa. Automatizaremos nuestros hogares, los conectaremos a la tecnología y los aparatos electrónicos de nuestro día a día. En el futuro tu hogar estará optimizado con sensores y productos operados por control remoto que están diseñados para mejorar y simplificar tu vida.

Reflexiones sobre el espacio

Del nómada al local. Hace un mes, en la calle, encontré un amigo que se dedica a la venta de muebles. Me paré e intercambiamos unas palabras:
-¿Qué tal tu familia?
-¿Cómo te va el negocio?
A pesar de que muchos negocios pequeños están sufriendo bajo la situación actual, me contó que le iba bastante bien.
Y es verdad, el 2020 nos ha obligado a volver a nuestro hogar.

Fuimos nómadas en un mundo donde carecía la necesidad de un sitio fijo. Viajes de trabajo, vida en la calle, visitar clientes y familiares, el fin de semana en la playa, después de casa al gym – spinning hasta las 11 de la noche y a dormir.
Un mundo en el que nos hemos movido constantemente. Y de repente llega la paralización. En el 2020 nos dimos cuenta de que dependemos mucho de nuestro hogar. Empezamos a rehabilitarlo, reformarlo y re-amueblarlo. El 2020 nos ha llevado a repensar nuestra relación con el espacio que habitamos, con el mundo y la globalización.
Solo un ejemplo: Cálculos científicos han dado por resultado, que, si queremos limitar el calentamiento global, cada persona ya solo debe causar 2,7 toneladas de CO2 por año. Un vuelo de Frankfurt a Nueva York causa 4,2 toneladas.

¿Viajaremos menos y pasaremos más tiempo en nuestro hogar, barrio o nuestra región?

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Redactado por: CUFA

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