Nuestras casas, viviendas y hogares como refugios. Vista después de la pandemia

La actual crisis de salud nos obliga ver a nuestras casas con otros ojos. Claramente van a cambiar nuestras expectativas y aspiraciones con relación a lo que una casa puede o debe ser después del confinamiento.

¿Cuántas veces has pensado en los últimos días en tener una casa espaciosa con jardín? ¿Con una piscina quizás? Una casa rural sería ideal, ¿Verdad?... En el campo dónde puedes respirar aire fresco y olvidarte un momento de las prisas, perdiéndote en los recuerdos de la infancia. Disfrutando que te trasladan a un momento esencial de paz, tranquilidad y felicidad. Espacios que marcamos con nuestros emociones, buenos recuerdos de personas y sentimientos. O una añoranza de ese ambiente.

Estamos en un momento de cambio, notamos hoy en día, más que nunca cual es el resultado de la individualización de la sociedad en las ciudades. La fragmentación urbana, que ha reducido el tamaño de las familias como el tamaño del hogar. En el actual estado de aislamiento, analizando nuevamente la relación con el espacio que habitamos, nos damos cuenta que buscamos una solución arquitectónica distinta, aunque no pensemos en ello, por medio de la construcción, nuestros deseos e intenciones se reflejan en un espacio concreto, como el deseo de tener o construir un hogar en un ambiente rural.

Quizás la pandemia está subyaciendo lo que siempre ha sido importante en una construcción, pero esto no que ha sido olvidado y no ha perdido interés ni consideración en los estudios arquitectónicos. Se trata de la conexión de espacios interiores al paisaje exterior. En concreto, de la idea de perspectiva y refugio. Especialmente ahora necesitamos una arquitectura que permite la sensación de mirar hacia fuera a un paisaje y hacia un futuro. Es una necesidad humana básica, el poder ver, ver lo que está sucediendo fuera. Lo que está a venir. Son principios independientes de modas o épocas. El problema actual nos hace redescubrir esa esencia. Es la labor de la arquitectura de cada momento histórico y ahora, reflejar esa realidad social.

La arquitectura actualmente está respondiendo a problemas como el cambio climático y la degradación del medio ambiente cuyo impacto aumentará cada año. Las cubiertas verdes o las construcciones pasivas y sostenibles son ejemplos de la adaptación. Sin embargo, nadie pudo predecir que una crisis de salud global iba a dar la vuelta a nuestras vidas de repente y cambiar fundamentalmente la manera de vivir en nuestros hogares. Quedándonos en casa, esta pandemia global sirve para recordarnos de la importancia de nuestras viviendas para nuestra vida y nuestro bienestar.

Ahora, a corto plazo, se pueden ver cambios en la búsqueda y las necesidades de clientes. Pasamos más tiempo en casa y por fin nos centramos en muchos pequeños proyectos que han quedado sin acabar y que deberían haberse hecho ya hace tiempo. La gente está buscando soluciones y se puede ver un especial interés en las casas prefabricadas o modulares sostenibles. Finalmente también encontramos un aumento en residentes de ciudades que están buscando una segunda residencia en un ambiente más rural.

Toma iniciativa. Habla con nuestro servicio técnico. Tenemos todas las respuestas a tus preguntas y dudas. Es el momento ideal para concretizar ideas y sueños que han sido olvidados por falta de tiempo. Hay espacio para la creatividad, optimización y planificación.

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Redactado por: CUFA

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